- Bock y el Chemin de la Corniche: Desde la iglesia de Saint-Michel se camina hasta las “casemates du Bock”, Patrimonio de la UNESCO, que no podemos ver pues cierran a finales de octubre por las bajas temperaturas. Son unas galerías en forma de cueva que datan del siglo X y que formaban parte del primer castillo fortificado de la ciudad. El paseo desde el Bock hasta el Grund es espectacular!
- Grund: Entre caminos, escaleras y pasarelas nevadas, llegamos al Grund, uno de los barrios de la baja Luxemburgo. Animado por bares y restaurantes, encontramos un buen lugar para comer, el Restaurante Bosso (www.bosso.lu) con vistas al puente y a esa postal tan conocida de las casas junto al río Alzette.
- Pfaffenthal: Otro de los barrios de la ciudad baja al que se accede fácilmente por un ascensor panorámico.
- Chocolatería Nathalie Bonn: La Chocolate House Nathalie Bonn es un MUST! Famosa por sus chocolates a la taza con forma de helado que se introduce en la leche y que es una delicia. Además de estar llena de pasteles enormes y otros dulces navideños que pueden ser un buen regalo navideño. Está frente al Palacio Ducal, y tiene una terraza con vistas al cambio de la Guardia Real.
- Avenue de la Liberté: Un paseo entre edificios imponentes, plazas con mercados navideños y bancos, muchos bancos.
- Bistrot Parc-Beaux Arts Hotel: en la Rue de la Sigfroid, comida típica Luxemburguesa como Pachtéit (Bouchée à la reine), Wäinzoossiss sauce moutarde, Boudin noir aux pommes, Filets de harengs à la luxembourgeoise.
- Vallée de la Petrusse: ¡que estos días estaba imposible de nieve! Caminata por el río Petrusse que baja el desnivel en el que se encuentra la ciudad y recorres senderos y jardines.
martes, 26 de diciembre de 2017
Luxemburgo: 7 imprescindibles de “Lux” en Diciembre
martes, 3 de octubre de 2017
Fiji: un paradiso da diversi volti
Arrivati domenica 06.08.17 alle 5 del mattino ci accoglie con un caloroso
'bula !' la signora dove abbiamo noleggiato l'auto. Decidiamo di spostarci
subito da Nadi a Suva, la capitale, a circa 3 ore. Il paesaggio e la natura sono
vari: si mescolano insieme enormi piante di fiori tropicali, arbusti di
bouganville, canna da zucchero, pini verdi ...di un verde meraviglioso: la
nitidezza del cielo, della terra rossa e del verde-blu del mare, sono
impressionanti!
Con il buio poi, già verso le 18 ore -qui è inverno- ci sono bancherelle
create sul posto che accendono un fuoco tipo da campeggio e fanno da mangiare a
bordo strada ogni sorta di cibo.
I giorni seguenti, piano piano, (qui
il fuso orario mi ha messa ko!) mi permettono di entrare più a contatto con gli
odori, i colori del mercato, i villaggi dove vive la gente, il market dove
comperi l'acqua, le strade piene di buche e cani abbandonati e, sinceramente,
l'immagine reale è diversa dai depliant pubblicitari che si vedono in giro.
Il mare, la foresta, le dune di sabbia (al Sigatoka sand dune sono possibili camminate molto suggestive), la
spiaggia - Natadola beach lunghissima
e bianchissima - e la natura in generale è spettacolare, ma i villaggi dove la
gente vive sono baracche in lamiera che non mi aspettavo.
Una cosa che assolutamente non si può scordare è il sorriso della gente che
sempre ha un 'saluto' solare e allegro! Quindi ... vivete anche voi la vostra
avventura alle Fiji! Moce!
By Elena Gandini
martes, 22 de agosto de 2017
10 cosas que volveré a hacer cuando regrese a la isla de Gotland
Desconocida para muchos, Gotland es un trocito de Suecia en medio del mar Báltico con personalidad propia.
Llanuras verdes habitadas por una raza autóctona de ovejas negras, de cuernos rizados y muy amistosas, acantilados que
han desprendido rocas (Raukas) e islotes, y una gente muy
acogedora y con ganas de conversar, son algunos de los rasgos de identidad que más me han sorprendido de la famosa isla de Pippi
Langstrump.
Acabar un viaje y desear volver
es tener un horizonte en el camino. Así que, además de tener ya la lista de lo
que no he podido ver, quiero recordar lo que sí volveré a hacer cuando vuelva a
Gotland:
- Volver a ver tantas veces como pueda la puesta de sol en las Raukas de Gamla Hamn. No tengo palabras para tanta belleza…
- Recorrer la muralla de Visby por la calle que la bordea con esas casas de colores que en una próxima visita pienso alquilar. El recorrido no es más de una hora y realmente parece que estés en la serie de Pippi Langstrump.
- Disfrutar de la antigua vía de ferrocarril de Hesselby a Roma, con sus antiguos trabajadores escenificando cómo era su día a día.
- Visitar las iglesias, todas y cada una de ellas son bellísimas. Pasear por los cementerios que las rodean y observar como los respetan, cuidan y plantan flores a sus seres queridos.
- Degustar el Saffranspannkaka, pastel de arroz, azafrán y almendras con mermelada de cualquier fruto del bosque sueco.
- Desayunar y merendar té Krauken de miles de sabores y combinaciones, y visitar la tienda delicatessen que hay en el centro de Visby.
- Perderme entre las callejuelas de Visby y descubrir una joyería de fósiles de la isla, cuya la propietaria y artista nos cuenta dónde ver playas repletas de fósiles que se pueden recoger.
- Pasear por el poblado de pescadores antiguo de Kovik, cuyos habitantes actuales, las vacas, custodian una de las iglesias más bonitas y sorprendentes de la isla; bonita por su sencillez y sorprendente porque el altar lo protagoniza un ancla gigante.
- Dejarse llevar por todas las carreteras de la isla de Farö que tanto enamoró a Ingmar Bergman y volver a los poblados de pescadores tan auténticos.
- Fotografiar cada rincón de la isla y ¡escribirlo para que otros lo puedan disfrutar!
martes, 15 de agosto de 2017
Laguardia: entre murallas y viñedos
Hay pueblos españoles que merecen siempre un desvío de la autopista, aunque sea para tomar un café y dar un breve pero intenso paseo cultural por su casco medieval. Y uno de esos pueblos es Laguardia, en Álava, una villa que esconde castillos, tesoros y leyendas de nobles y reinas.
Desde el Castillo El Collado en el que nos alejamos, descubrimos un torreón que nos ofrece unas vistas espectaculares a los viñedos, bodegas y lagunas que rodean la villa y que son un manto de un verde intenso en esta época del año pues la vid está a punto de recolección. Me imagino cómo será en unas semanas con el ajetreo y la emoción de la recolección y que, probablemente, sea la principal actividad de la villa una vez el turismo de verano decaiga. El torreón en sí es un pequeño museo-homenaje al vino con muestras de botellas de diferentes zonas vitícolas europeas.
De paseo entre murallas, es primera hora de la mañana y la villa empieza a despertar con sus bares y algunas tiendas repletas de vinos, pan de vino, queso, longanizas y tantos delicatessen propios que, como siempre, son el mejor souvenir. En la tienda donde compramos un par de vinos de la bodega Medrano Irazu conocemos a una pareja del pueblo que traen un precioso border collie de un mes que se encargará de vigilar sus animales y viñas cercanas al pueblo. Por falta de tiempo no podemos ver el famoso reloj. algunas iglesias y la cueva subterránea pero como nuestro hotel es dogfriendly, podremos volver a pasar un fin de semana cultural y perruno!
"Paz a los que llegan,
Salud a los que habitan,
Felicidad a los que marchan"
martes, 8 de agosto de 2017
Mis postales antiguas del Cabo de Peñas
Cruzar el túnel del Negrón entre
León y Asturias es entrar en otra dimensión dejando atrás el sol y el buen
tiempo y entrando en una zona de niebla espesa y casi londinense. La autovía de
La Plata te lleva hasta las tres ciudades más importantes (Oviedo, Gijón y
Avilés), y que forman un triángulo de unos 30 km de distancia entre ellas.
Antes de llegar a Avilés nos
desviamos hacia el promontorio del Cabo de Peñas
por la carretera interior, la de las aldeas de El Valle y Susacasa. El verde
que nos rodea es espectacular con casas de colores y campos donde vacas mansas pastan.
Vemos el faro a lo lejos y allí está, a la derecha, un banco estratégicamente
colocado que recuerdo de mi adolescencia con vistas a los acantilados de Bañugues,
Luanco y de Candás: otra imagen de postal.
Una vez aparcado el coche, hay
que dejarse llevar por los caminos que rodean el faro, que algunos transforman
en escalada, y por la perspectiva panorámica que ofrece. También vale la pena
visitar el Centro de recepción de visitantes e interpretación del medio
marino de Peñas.
![]() |
Y cuando ya la vista esté bien
nutrida, un buen descanso en bar-restaurante Cuatro Vientos, no privarse, como
mínimo, de una buena sidra y de las citadas patatas al Cabrales, y crear una
postal mental, sensorial y muchas digitales para el recuerdo.
Artículos relacionados:
lunes, 31 de julio de 2017
Malta: caballeros sobre aguas cristalinas
Llegar a la antigua capital de la
isla, Mdina, una noche de julio es como subir a lo alto de la torre de un
castillo donde el aire siempre te rodea y la vista te alcanza a ver el mar por
entre prácticamente todas sus almenas. Palacios aristocráticos y mucho edificio
religioso pueblan la conocida como “La ciudad del Silencio”. Pasear y buena
gastronomía es lo a invita Mdina.
De este brevísimo viaje sin rumbo turístico me llevo la calidez de mis amigos Malteses, alguno de ellos famoso por haberse presentado a Eurovisión representando la isla, la panorámica aérea de Gozo, los famosos pastici de guisantes o de ricotta, las casas blancas aglomeradas entre autovías, rotondas y desvíos, y el tan característico acento inglés de los Malteses que me de nuevo me recuerda las historias de aquellos de temibles caballeros.
martes, 25 de julio de 2017
Messner Mountain Museum: El museo en las nubes
El Messner Mountain Museum recoge una colección de cuadros de los
Dolomiti y documentos de interpretación de la zona. Corona el museo unos
edificios de cristal, que recuerdan a bloques gigantes de hielo, y que permiten
ver una perspectiva 360 grados del entorno de picos que rodean Monte Rite.
El Refugio nos acoge con una cena
100% de montaña: zuppa d’orzo, nuderln di
rape rossa e ricotta affumicata, polenta con formaggio di malga alla piastra e
funghi, entre otros. Rucola, una perrita muy atlética, nos acompañana junto
al hogar.
Despertar y ver nacer el día entre sus picos, desayunar frente al lenguaje de sus formas y dejarse llevar por sus senderos y encontrar minúsculas stelle alpine, que en mi caso me transportan a una infancia lejana, nos recuerda lo pequeños y el valor de la natura.
viernes, 17 de febrero de 2017
Roma: un caos italiano en 3 dimensiones
El tráfico es quizás el aspecto que más sorprende al foráneo pero que más motivos de asombro y sonrisa ofrece con sus discusiones, sus gestos y su continua transgresión de las normas. Motos en contra dirección, coches en triples "no" filas y el choque de los neumáticos en los adoquines que provoca ese intenso y constante rumor de fondo.
Las via, viale, viccolo, lungo, etc. infinitas formas que nombrar esas calles que se entrelazan, se cortan, forman curvas, plazas cuadradas, rectangulares, redondas, sin forma. Una geometría que es, en sí misma, un inmenso museo.
La gente que se apelotona en los autobuses sin convalidare el billete, que salen cada tanto a por una de sus tantas, y velocísimas, raciones de caffè, sus gestos en esas discusiones ingeniosas donde el ataque es un arte y la aceptación del mismo una habilidad, la sonrisa del buon giorno por la mañana y la buona giornata al despedirse, son características de unas ciudadanas y ciudadanos que se han adaptado con mucha habilidad a este caos.
Y en la propia definición del caos radica la belleza de Roma: ciudad impredecible.
jueves, 5 de enero de 2017
2016: 365 días, 12 viajes, 70.000 kilómetros...around the world!
- Córcega: Nos ha gustado tanto que en un mismo año la hemos visitado dos veces. Paisajes rocosos con un mar transparente o montañas de altura ricas en minerales verdes y rosas, pueblos de piedra vigilando las colinas y quesos de cabras y ovejas que aún viven en libertad.
- Formentera: Descubrirla en invierno es lo mejor que podemos compartir, con sus verdaderos habitantes, las carreteras y plazas vacías, los restaurantes locales. Recorrer la carretera del Cap de Barbaria en moto es una experiencia única.
- Lisboa: Siempre acogedora, este año hemos descubierto las vistas del Tejo desde el Cais do Sodré, con un paseo por el litoral del río lleno de bares para probar diferentes petiscos do mar.
- Estocolmo: Fabuloso paseo por el archipiélago de Estocolmo gobernando un barco de madera y disfrutando de una muy buena cocina de mar.
- Amsterdam: Callejear y descubrir tiendas de cosas innovadoras, sostenibles, juguetes de nuestra infancia y una fantástica birreria famosa por sus cacahuetes.
- La Vall d'Aran: Además de sus paisajes y senderos, esta vez nos hemos fascinado con sus productos naturales, desde yogures, carne, embutido, pan y todo elaborado en la Vall y con animales en libertad.
- Kazakhstan: País que hemos visitado en varias ocasiones pero nunca había podido salir de la ciudad de Almaty. Descubrir la moderna Astaná, recorrer en tren la estepa hasta Karagandá y conocer una ciudad que tuvo uno de los gulags más grandes de la URSS y vivir la hospitalidad de los centro asiáticos en sus yurtas y casa.
- Georgia: Tblisi es una ciudad de cuento. Descender el castillo por los callejones que mezclan rasgos de varias religiones, culturas y pueblos la convierte, en mi opinión, en una de las ciudad más bonitas que conozco. Tengo pendiente escribir varios post sobre esta increíble ciudad.
- Armenia: Yerevan es nostálgica y tímida, monumental en su arquitectura y rebosante de arte, cultura, manuscritos, tradición. Otro viaje que tengo pendiente escribir.
- Tenerife: El ascenso al Teide desde la carretera de las Cañadas del Teide y la bajada hacia Santiago del Teide es espectacular, la primera, por sus vistas al volcán; la segunda, por el mar de lava que te rodea durante un buen rato.
- China: Primer contacto con Pekín, ciudad que me recuerda mucho a las de Asia Central, con un tráfico caótica, una ciudad prohibida imponente, una Tiananmen fría y una nube tóxica limitante. Espero este nuevo año conocerla mejor.
- Cerdeña: Nueva isla en invierno en nuestra lista. Con un manto verde sorprendente, llena de vida animal y gentes amabilísimas, nos conquista su forma de entender la comida, la cocina, el trato al producto sea animal o vegetal. Un isla 100% Slow Food.
Un año lleno de fotografías en la memoria pero que, por encima de todas, destacaría la siguiente:
Feliz año a tod@s!
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