sábado, 30 de noviembre de 2013

La Alquería



El paisaje entre el Cabo de Gata, de dónde venimos, y Jumilla, a dónde vamos, coincide en la árida tierra abrazada por montañas escarpadas. La vid, denominación de origen desde hace un lustro, introduce el carmín del fruto y un manto verde que cubre extensiones y convive con olivos.

Nos desviamos de la carretera nacional y llegamos a La Alquería, término árabe que indicaba una pequeña comunidad rural que se situaba cerca de una ciudad (medina), típico de las provincias de Granada, Valencia y Murcia, donde nos esperan Carmen, Emilia, Sabine y Martina. Tras un enorme portón, almendras a secar en la izquierda y una magnífica casa con estructura de venta que integra varias casas y una extensa zona de cultivo.  Mantiene su historia a través de objetos antiguos, puertas y ventanas de madera añeja y fotos que hablan de tradiciones y recuerdos. Carmen y Emilia están en los cientos de libros y cuadros que hay por doquier, y los visitantes de la casa en las improntas de dejan en platos que se cuelgan en el gran recibidor. Definir como acogedora esa casa, es poco.

Durante nuestra estancia probamos el gazpacho manchego, con pan ázimo y setas, el pisto jumillano con queso fresco, el queso de vino y el queso de romero, las maravillosas costillas con miel (se ponen las costillas de cerdo con sal, aceite y pimienta, y se unta miel encima, se decora con salvia, y se hornea a180 grados durante 1 hora, acompañado de papas al horno abiertas por la mitad con un ajito y cortadas por encima en forma de rombo) y, el último día, la paella de pescado de Pascual, cuya altura no sobrepasa el centímetro. Nos dice que para 6 personas no pone más de medio kilo de arroz. Pascual es un alquimista; destila plantas como el tomillo, romero y lavanda para hacer jabones y perfumes. Tiene una tienda de vinos y productos de la zona de los cuales te puede explicar todos sus detalles, historia, situación en el contexto de la crisis, como las almendras cuyo precio fija California y que se están vendiendo a 3€ el kilo este año. "El turrón será muy caro estas navidades" nos comenta.

Nos marchamos de La Alquería con reservas del huerto para al menos un mes y agradecidos a Carmen y Emilia por habernos mostrado este magnífico lugar en el mundo!!

domingo, 17 de noviembre de 2013

Crónica Kazaja: Almaty otoño 2013

Comenzamos el viaje con un pequeño bloqueo en el control de pasaportes pues el funcionario de turno no reconoce la foto de pasaporte de mi compañera y decide copiarse todos sus visados. Nos espera en el aeropuerto un coche de la universidad que nos lleva al hotel con mucha prisa, tanta que se nos cruza otro coche kazajo embalado y nuestro conductor decide derrapar, a buen criterio, girando el coche sobre si mismo, pero sin volcar, por suerte. 

Nuestro primer día de trabajo empieza con muchos agradecimientos el equipo de la primera universidad que visitamos, todo mujeres, está muy contento con nosotras por haberles ayudado a ganar el proyecto. Trabajamos estupendamente y, cuando estamos en plena productividad, nos llaman para ir a visitar al Rector de la otra universidad. Nos recoge un coche y cruzamos prácticamente toda la ciudad, siempre colapsada. El rector nos recibe y en lugar de hablar del proyecto, nos habla de Talgo, sin parar. Nosotras no entendemos nada, aunque sabemos que los trenes talgo están conquistando Asia central. Nos hacen muchas fotos y nos dicen que saldremos en todos los medios. No sé de qué dirán que hemos hablado, no venimos de Renfe ni de Talgo. Nos miramos y pensamos que a este señor le han dicho que venimos de España y poco más. Es tan surrealista su discurso y la intérprete que nos ponen habla tan mal inglés que hay un momento que entendemos que los profesores se compran coches con el dinero del proyecto en lugar de que se lo ingresamos en sus tarjetas, que tampoco es cierto, pero bueno. Mi compañera se desespera tanto que me pregunta en voz baja y en castellano que qué hacemos allí...Como colofón, nos hace entrega del "pongo" más espectacular que jamás nos han regalado: un águila dorada (símbolo del país) con piedras de Svarovski por alas que se apoya en el "libro de los sueños" y una vez más, como hace todo buen ciudadano de Almaty, nos pregunta si conocemos Medeo, la pista de hielo más alta del mundo.
Tras perder el tiempo, volvemos y seguimos productivas con nuestro equipo femenino de Human Resources. Al acabar, nos llevan a airearnos a un mega centro comercial y cenamos en un restaurante italiano, todo muy típico de Kazajstan. 

El segundo día es más surrealista, si cabe. Llegamos a la universidad del señor que cree que somos expertas en ferrocarriles y antes de empezar la reunión nos dicen que van a venir las cámaras de televisión. Nos negamos en rotundo argumentando que hemos venido a trabajar y que, como mucho, fotos. Aceptan pero nos comentan que las fotos nos las hacen ahora y que hagamos ver que trabajamos. Es el colmo...La reunión es una constante aceptación de temas que planteamos, con poca negociación y mucho recelo.

Menos mal que nos vamos al mercado y a escuchar los cantos ortodoxos en la catedral...un poco de tiempo para nosotras.

De regreso al aeropuerto nos hacen entrega de diez kilos de manzanas! Almaty es famosa por sus manzanas que crecen a baja temperatura y enormes. Son muy sabrosas. Facturamos una maleta de 20 kilos solo de regalos.....

domingo, 3 de noviembre de 2013

Paseo gastronómico y náutico por el Delta del Ebro


Empezamos nuestra ruta en el delta del río Ebro por la gastronomía de la zona. En Les Cases d'Alcanar, típica localidad pesquera, degustamos las "caixetes", que son como mejillones pero de sabor más intenso, dátiles de mar y un pulpo con patatas y alioli que decido probar tras la perfecta disección que David hace para convencerme. Llegan los "arrosos" del delta, un típico de Les Barques de Can Joan que de conoce como "arròs roig de gambes" y otro de alcachofa, calamarcitos y langostinos. Los dos, exquisitos, pero el "roig", superior. Con un flan de chocolate blanco ponemos el broche a una comida espléndida!


Nos adentramos en el delta, en dirección  a la salida de los barcos para dar un paseo por la zona de la isla de Buda y al mirador del final del río migjorn. Usando un català de la ribera, el capitán de barco nos va explicando las características y curiosidades del delta, las zonas privadas y la fauna que vemos: garzas, cormoranes, plagas de caracoles rojos, caballos de la Camarga francesa y patos. Nos aconseja no comer pescado fresco del delta por los residuos de mercurio de que aboca un fábrica de Flix y nos muestra como algunos usan los embarcaderos sin precaución.

Vivimos un atardecer que retendremos en nuestras memorias cerebrales, emocionales y telefónicas para siempre!