En Napoli los contrastes son la base de la vida y la construcción de la ciudad. Posicionada geográficamente hacia el sol y con el Vesuvio como horizonte la mayor parte del día, el contraste de anchas y estrechas avenidas impresiona al viajero que se adentra por primera vez. Si el traslado del aeropuerto a la ciudad es en taxi, se pueden apreciar los cambios sociales de cada barrio, la mayor o menor concentración de basuras, la mayor o menor presencia de personas y jóvenes a todas horas en las calles, entre otros. En este caso conviene negociar la “tariffa predeterminata” de 25 euros que no siempre quieren aceptar.
El caos en el tráfico, el ruido y la polución se apoderan de los sentidos del viajero. Motos en contradirección, 3 personas en una moto, los niños de pie en la moto delante del conductor, pocos motoristas con casco y mucha velocidad. Coches parados constantemente, cláxones como banda sonora, dobles y triples aparcamientos, vados inexistentes que simplemente inventan colocando containers de basura para delimitar el espacio del coche. Es parte de las sombras de la ciudad.