Nos alojamos de nuevo en el Bed&Breakfast de Stefano, una
mezcla de Ibiza, Cabo de Gata y Besalú, pero aún mejor, al
natural, sin intoxicación turística. Las habitaciones están forradas por un encalado blanco que
recuerdas a las cuevas de Granada, con muebles rústicos y sencillos. con terraza o patio o vistas, todas ellas
tienen algo que les da un aire peculiar.
En Bussana todo es natural, el empedrado de las calles, la luz de
la luna, el calor o el frío de sus paredes.
Un refugio decimonónico que espero la
civilización del siglo XXI no
corrompa.