Es imposible recordar tantos detalles, tanto impacto, pero el detalle que no se olvida es el de la amabilidad. Es tan simple como dar los buenos dias mirando al cliente, como no entendernos (al hablar ingles) y rapidamente desaparecer para traer a alguien que nos indique o llamar por telefono para averiguarlo, como ofrecerse a acompanyarnos en metro...es infinito! El "procedimiento", como Andrea lo llama, es el momento de pagar una compra:Te muestran el precio con la calculadora, te dan la bandeja con el ticket, pones los billetes siempre en horizontal, ellos los cuentan en voz alta, y tambien te dan el cambio contando en voz alta entregandote los billetes con las dos manos. Finalmente, una inclinacion o varias con el correspondiente "domo arigato goizaimasu". Ah, y el producto siempre pulcramente envuelto y en su bolsita.
No hay suficientes palabras para agradecerles tanta cortesia.
