sábado, 23 de junio de 2012

El arroz más tradicional en Uzbekistan

El pilaf es el plato por excelencia en la cocina uzbeka pero lo encontramos en toda Asia Central así como en otros países vecinos como Georgia y Armenia. No queda claro si viene de la tradición turca o persa pues en la época del gran Tamberlán el imperio de Samarcanda llega hasta Turquía.


En función de la región lo preparan con unos u otros ingredientes y siempre va servido en un gran plato de cerámica típica. Suele haber dos versiones de pilaf, una más ligera y otra con mucha grasa. En ambas hay varios tipos de carne como el cordero y el caballo y un buen combinado de especies que incluyen, como ingrediente principal, el comino.



El pilaf se come en restaurantes especializados de pilaf, es decir, en los que solo sirven el arroz como plato principal con una ensalada y un postre. Merece la pena ir al que hay en Tashkent, bajo la torre de telecomunicaciones, y que es pilaf de la zona de Osh. Su nombre es O'rta osiyo osh markazi. Hay un gran salón comedor con lámparas palaciegas. El arroz se prepara fuera de la sala, al aire libre, en unos grandes hornos de terracota en los que también preparan "samsa". El restaurante ofrecen dos opciones de servicio: recoger el plato o servicio en la mesa, y el menú suele ser precio fijo aunque hay una carta, solo en uzbeko, que propone más opciones.


viernes, 22 de junio de 2012

El pan uzbeko

Es uno de los productos que más se ven por las calles pues las mujeres los preparan en casa y salen con antiguos carritos de bebé llenos de panes redondos, brillantes y de diversas formas. Para muchas mujeres es una importante fuente de ingresos diaria y no solo están en los mercados sino también en las grandes avenidas.

Hay de muchos tipos pero fundamentalmente son tres:
- el pan redondo con un círculo en el centro, formas onduladas en el círculo y en los lados.
- el mismo pero con leche
- el de masa de hojaldre, al que también dan formas distintas.

A la mayoría les ponen especias, entre ellas amapola y comino, que también se encuentran en los mercados y son coloridas y sabrosas.

En el pan de hojaldre preparan los famosos "Samsa" rellenos de carne, verduras o queso.

En este enlace hay recetas de los muchos tipos de pan uzbekos:

http://www.uzbekcuisine.com/breads.html

jueves, 21 de junio de 2012

Registán

Faltan las palabras para describir el impacto que causa la plaza del Registán cuando la ves por primera vez. Te sientes pequeño ante su enorme estructura y, desde el pequeño balcón que han creado para poderlo admirar de frente, te das cuenta de lo pequeños que podemos llegar a ser frente al arte.
 
El Registán son tres madrasas, escuelas universitarias coránicas, que se construyeron en la época de Ulugbek, nieto de Timur o Tamberlán, el gran conquistador centroasiático. Ulugbek fue un científico que quiso convertir Samarkanda no solo en ruta de comunicaciones sino también en epicentro de la ciencia en el siglo XV. Creó las escuelas coránicas y varios centros de investigación.
 
Las madrasas fueron destruidas por los árabes pero a finales del s.XIX se iniciaron los trabajos de reconstrucción que volvieron a pararse en el período soviético. Tras la indepencia de Uzbekistán de la URSS, en 1991, se reinician los trabajos de reconstrucción hasta la fecha.
 
Considerada Samarkanda como una de las siete maravillas del mundo por ser encrucijada de culturas, atrajo científicos, poetas, comerciantes y diplomáticos entre los siglos XIV y XV. Un embajador español, Rui de Clavijo, visitó Samarkanda y reflejó su viaje en el que se considera el primer libro de viajes español.
 
Cada madrasa albergaba 54 estudiantes que estudiaban diferentes disciplinas de la época. Cada madrasa tiene un patio central rodeado por las habitaciones de los estudiantes que a hora son tiendas de souvenirs (portalibros, estuches de madera, mesas de estudio, cerámica). La  mezquita que hay en cada madrasa conserva las vigas de madera pintadas de azul y restos de cómo se construyeron. Las paredes llenas de minúsculos agujeros para facilitar la ventilación recuerdan a Constantinopla y su "horror vacui".
 
Sin duda, la visita la Registán merece un día completo y un lugar para siempre regresar.

La biblioteca de Samarkanda

Salimos a las 8.20 del hotel en dirección a la universidad para poder visitar la Biblioteca que conserva manuscritos desde el siglo XIV. Se considera una de las bibliotecas con más manuscritos conservados del mundo. Muchos de ellos son de poesía de autores persas y otros son coránicos. Samarcanda fue un lugar de ciencia y cultura en los siglos XIV y XV y la producción editorial fue muy importante para los estudios de matemática, teologia, astronomía y poesía que realizaban en las madrasas (que más tarde veremos).
El profesor Shukhrat, que custodia la biblioteca, nos cuenta cómo los catalogan e incluso digitalizan gracias a un proyecto que lideró nuestra cátedra. El espacio es muy pequeño pero los estantes de manuscritos llegan hasta el techo, bien sea ordenados o amontonados. Cuánto trabajo queda por hacer!

miércoles, 20 de junio de 2012

Una jornada de trabajo en la Samarkand State University


Desayuno a la soviet con café imbebible para una amante del Lavazza, pan duro y mantequilla pasada por agua. La mejor opción siempre es el queso.
Dedicamos el día entero a trabajar intensamente para poder tener un día libre de reuniones y visitar la ciudad. Nos ponemos en el

auditorio de la universidad, que incluso tiene wifi! Participa en la reunión una chica que está estudiando español y que nos sorprende con todo lo que ha aprendido e
n cuatro meses gracias a un programa de la AECID. Los estudiantes van vestidos de calle, sin uniformes, y los profesores también. Al mediodía nos llevan a comer a una especie de "mensa" universitaria, con moscas por todas partes por el calor. La comida es buena y sencilla, con mucho arroz.
Volvemos pasando por la plaza que homenajea a Amir Timur y en la que está el antiguo hotel estatal Afrosiab, ahora en venta. Toda ciudad tenía un hotel estatal en la época soviética.
Al acabar las reuniones, el profesor Ismail nos invita a cenar a su casa, en un jardín que tiene lleno de árboles frutales. La casa es grande, con un muro alto y varias estancias adosadas. La señora del profesor nos recibe y se mete en la cocina. Servirá los platos y no se sentará a la mesa con nosotros. Es un costumbre que he podido comprobar en varios países de Asia Central. Nos prepara toasts y el más importante para la señora y cocinera de la casa. Es oftalmóloga, ahora retirada, y tiene seis nietos, "todos en Europa" -nos dice con nostalgia.
rar deliciosas verduras, entre las que destaco la coliflor rebozada, y ternera con muchos tipos de ensaladas. Es una cena entrañable y bonita, llena de

martes, 19 de junio de 2012

De camino a Samarcanda

Tras volar toda la noche, los profesores Ismail y Adkhmadjon nos esperan en el aeropuerto de Tashkent. No tenemos ningún problema en el Passport control pero nos olvidamos de hacer el documento de entrada de la Customs por duplicado, uno para la entrada y otro para la salida. Las maletas vuelven a pasar por un metal detector, nos sellan el visado, de nuevo controlan el pasaporte y, finalmente, salimos al exterior.
Tras una valla está la gente que espera a los viajeros. Son las 08.00 y ya hay 35 grados y un sol aplastante. Nos reciben los profesores y emprendemos viaje de 3 horas y 30 minutos, 3 personas en el asiento trasero. Entre la alfombra que nos han colocado en el asiento, los 35 grados que van en aumento, la falta de aire acondicionado y los baches de la carretera, literalmente parece que volemos!
La carretera, aún siendo de dos carriles al estilo autovía, tiene unos baches increíbles, anchos, profundos, que van acentuándose a medida que dejamos la capital. Tampoco ha perdido el valor de "encrucijada de culturas" y de la ruta de la seda por el comercio que en toda ella hay durante todo el trayecto: manzanas pequeñísimas de Samarkanda, enormes sandías y melones, miel y frutos secos, entre otros. Los puestos conviven con vacas y corderos que pastan en los arcenes de la carretera, que también sirven a los carros de caballos, mulas y burros para el transporte en ambas direcciones.
Los primeros 150 kilómetros son paisajes verdes, campos cultivados, superficies bastante llanas en las que hay pueblos con pocas casas, como aldeas. Las casas son mayoritariamente de un piso, sencillas, blancas o de color tierra, con tejados de uralita y un muro alto que las rodea. Pasados los 150 kilómetros se deja ver el desierto, ríos secos y dunas.
Cuando llegamos a Samarkanda la temperatura es de 40 grados. Nos dejan en el hotel (Majestic) para que descansemos un par de horas. No entienden que estamos tan cansadas que no podemos ni comer.
El Rector nos recibe a las 15.00 y nos agradece el viaje y la gestión del proyecto. Intercambiamos regalos: una cerámica que es un taxi de Barcelona por unos bolsos y pañuelos uzbekos de seda y nos emplazan a la primera cena, en la sala de un típico restaurante soviet con la mesa repleta de ensaladas, hierbas, smetana (queso-nata), zumo de sandía, kebab, borsch (sopa). No puedo recordar la cantidad de toasts (brindis) que hemos llegado a hacer!

martes, 5 de junio de 2012

Los curtidores de Fez

El olor a piel está en todo Fez pero no se identifica hasta que se visita la zona de los curtidores. Se accede por una de las tiendas que lo rodean y se sube a la azotea, con un ramito de hierba buena para superar el olor. Decenas de tinajas de diferentes colores y productos se ven desde lo alto y hombres que se introducen en ellas para curtir y teñir la piel. Las tinajas blancas son de cal y las de colores se preparan con productos naturales. El olor es de excremento de paloma, que tiene amoniaco. Se curten pieles de cabra, camello y vaca. Trabajan a pleno sol 8 horas al día y en presencia de los miles de turistas que los visitan. El acceso es gratuito pero luego intentan colarte unas babuchas o alguna chaqueta de piel. El escenario es verdaderamente medieval y merece muchísimo la pena.

domingo, 3 de junio de 2012

Medrasa

Las Medrasa o madrazas eran las escuelas coránicas en las que los niños entraban de pequeños y estudiaban, además del Corán, materias como la teologia, la matemática y la lengua, entre otras. La primera madraza se construyó en Iran, la segunda en Iraq y la tercera en Fes. Visitamos la madraza Shatarin, de 1670, que debe su nombre a que en ella también se trabajaba y se producían cuerdas que servían de cinturones. Las funciones de las madrazas eran 3: escuela, internado y mezquita. Los niños no podían salir de allí más que en tres ocasiones y durante una semana:

- en la fiesta post-ramadán
- en la fiesta del sacrificio del cordero
- en la fiesta por el nacimiento del profeta

La madraza solo proveía a los niños de pan, olivas y agua. El resto debía traerlo la família. Vimos una de las habitaciones, minúscula, sin luz y se alumbraban con velas. Los encerraban por fuera para que no pudieran escapar. En palabras de nuestro guía, una cárcel.

sábado, 2 de junio de 2012

Fez

Las 3 ciudades que componen Fez (medina, melah y ciudad nueva) ocupan una enorme extensión.

Visitar la medina con guia es un infierno de paradas en tiendas concertadas, cooperativas de artesanos, etc. La unica que vale la pena es la de los curtidores. El guia cuesta entre 25 y 30€ por dia y hay que claramente negociar con él la visita o pasear por la medina será imposible! Es mejor pagar un poco más por la visita y pactar una ruta.

Los Riads en la medina son la mejor opción para alojarse pero recomiendo que estén cerca de la entrada a la medina. En la mayoría preparan cenas. Ir de noche a buscar un restaurante es prácticamente inviable, así que la cena en el Riad u otro Riad merece la pena.