viernes, 8 de agosto de 2014

Bukhara/Buxoro, la más bella

Me quedo con el cielo de Bukhara, impresionantemente estrellado y amplio gracias a la poca iluminación del centro, la poca altura de las casas y la enorme cantidad de madrazas y mezquitas que contrastan en la noche.
Bukhara te traslada al siglo IX y te permite recorrer sus últimos mil años de historia prácticamente intactos. Desde la mezquita de la luna, que fue centro de culto zoroástrico posteriormente prohibido por el Islam, parte una ciudad llena de calles estrechas, callejuelas y plazas en las no hay mezquita o madraza que no sorprenda más que la anterior.
Cualquier imagen de la ciudad se debe ver desde diferentes perspectivas pues lo que más impresiona es el conjunto de tantos edificios singulares, de distintas alturas, colores, formas. Se deben disfrutar los planos generales de cualquier conjunto monumental, pero cortar en pequeños detalles cada esquina, cada azulejo, una panorámica girando 360º sobre el eje de uno mismo, o simplemente “volver la vista atrás”.
De Bukhara me llevo también las noches de azotea, vodka y toast con mis amigos Abror y Shukhrat, frente a la mezquita de Lyabi House, o entre las callejuelas de la ciudad, o la última noche en un restaurante donde van los “locales” a comer buenos sashliks (brocheta de carne) y samsa (empanadilla de carne)

Y, por último, con un toast que hizo Abror recitando a Omar Khayyam!!