Comer en Italia es como volver al pueblo y recordar olores y sabores de antes. La cultura de comer productos frescos, del territorio, de proximidad es algo que se debería recuperar y por eso, precisamente aquí, nació el movimiento Slow Food, muy cerquita de Genova, en Bra.
En un fin de semana hemos podido combinar el comprar productos para cocinar en casa y comer fuera en un lugar único. Cocinar en casa, con pasta fresca comprada al momento en un pastificcio di Castelletto, es algo que hay que probar. Los domingos, colas enteras de genoveses compran pasta fresca como pollos a l'ast. Nuestra receta de pasta fresca: Agnolotti e trofiette con salsa di noci.
Tras numerosos aperitivi llenos de tapas que los acompañan y nos dejan sin poder comer más, al día siguiente, conseguimos ir a C'era una volta, un restaurante en el que te sientes verdaderamente en casa de la abuela. Cada silla, cada mesa, cada rincón son únicos. Con un menú della tradizione preparado con calma y con productos locales, decidimos probar:
- Piccage al sugo di funghi
- Ravioli di carne alla Genovese al tocco
- Stoccafisso accomodato
- Trippe accomodate
- Tonnato
Entre tantos amantes de la cocina genovesa encontramos un caso digno de ser citado, como es el poeta Paul Valery, en "Au hasard et au crayon" (1925):
"Cocina fragrante con pasteles gigantescos, harina de garbanzos, mezclas, sardinas al aceite, huevos duros envueltos en la pasta, tartas de espinacas, frituras"