domingo, 24 de octubre de 2010

Lisboa

Después de una fugaz reunión en Leiria, en la que no faltó la "torta de claras" y el Bacalhau, pudimos pasar la tarde en Lisboa y no dudé en ir en busca de mi Fernando Pessoa y de mi café favorito: A Brasileira. Fundado en 1905 es el CAFÉ por excelencia. Los heterónimos de Pesso pasaban tardes aquí y en agradecimiento hay una estatua del verdadero Pessoa frente al café. Dentro es pequeño, estrecho y clásico. Es café es buenissimo (no "exquisito" que quiere decir "extraño" en portugués). Desde el elevador de Santa Justa, se gira a la izquierda y la primera calle a la derecha te lleva directamente (rúa Garrett, 122), en pleno Chiado.