Yurta

La yurta es una tienda de campaña utilizada por los nómadas en Asia Central. Las yurtas turkmenas respetan la forma de las de sus vecinos países: redondas, recubrimientos de paja y lana, con un agujero en en centro del techo para permitir la salida de humo del hogar, muchas alfombras en el suelo, una única puerta de madera y travesaños interiores que se pliegan fácilmente y que además cumplen la función de colgadores. Una yurta, según un profesor turkmeno, se puede desmontar en 15 minutos!

Las partes de una yurta tradicional son: (fuente: Wikipedia)

Recubrimiento: La tienda estaba cubierta por varias capas de paja y lonas de lana. Su número variaba dependiendo de la estación del año.
Anillo: Agujero que se encontraba en la parte central superior de la tienda. Recibía la tensión de las vigas y al mismo tiempo permitía la salida de humo y la entrada de luz a su interior.
Puerta: Estaba delimitada por un marco de tablones sujetos al khana con cuerdas, podía tratarse de una simple lona, y posteriormente por una madera con bisagras.
Khana: Eran las paredes de la tienda y se formaban con un entramado de maderas. Se encargaban de absorber todo el peso de las vigas sin necesidad de usar cuerdas tensoras.
Vigas: Daban una forma redondeada al techo. Se apoyaban sobre la parte superior del khana y se extendían hasta el anillo. Por la forma en que eran colocadas no requería de pilares de refuerzo en el centro de la vivienda, lo que otorgaba un mayor aprovechamiento del espacio interno.
Cortina: Se ubicaba a cierta distancia de las paredes, colgada de las vigas. Su función era la de separar el espacio común del centro de las áreas privadas.

Para ver en acción una yurta, recomiento el film "El perro Mongol". Además de mostrar la yurta y cómo se vive en ella, el film refleja la vida en el desierto de los pobladores de Asia Central.

Picnic en el desierto

Muchos turkmenos, tras pasar la mañana del domingo en el mercado de Tolkuchka, organizan picnics con la familia y amigos. Compran las ensaladas, el pan, los frutos secos y la carne en el mercado. Una vez elegido el lugar, preparan un fuego no muy grande y en él colocan el shashlik (pinchos de carne) y la tetera. El té se bebe constantemente y se combina con vodka para hacer los numerosos toasts (brindis).

El Gas

No hay mayor riqueza en un país que toda aquella que viene de la tierra. Turkmenistán es un país rico, en gas. Tiene la tercera reserva más grande del mundo y, por ella, rusos e iraníes litigan en silencio. Gazprom (cuyo presidente es Vladímir Putin, también primer ministro ruso) ha tenido siempre el control del gas de Asia Central. Sus pseudo-independizadas hijas, las ex-repúblicas soviéticas, son quienes verdaderamente lo guardan, entre ellas la antigua Turkmenia. Gazprom vende a al este (China) y al oeste (Oeste), pero parece que Turkmenia se quiere independizar y vender directamente. Ha llegado a acuerdos con China, quien pagará íntegramente el gasoducto y poco falta para que se firme un acuerdo con Irán y Turquía. ¿Tendrá que rebajarle el precio a Ucrania?

En Ashgabat huele a gas. Las farolas son de gas. El gas es gratuito para los ciudadanos. Los coches van con gas. En las afueras hay cráteres de gas, gigantes, como volcanes. Algunos se ven desde el avión, en pleno desierto, de noche. Siempre se vuela de noche en Turkmenistán.

Curiosidades de Tolkuchka

Aquí tenéis una muestra de fotografías del mercado de Tolkuchka, en blanco y negro porque, aunque el mercado esté repleto de colores, el contraste del B/N da más fuerza a los retratos. He creado la composición utilizando un efecto de película antigua. Todo la filmografía que he visto en el país es de los años de la república soviética, cintas viejas y muchas recompuestas. Pienso en el mercado y mi mente lo escenifica así.

Sauna Turkmena

Un profesor nos invitó a su casa. Cenamos unas 10 personas. Su mujer preparó para todos, pero ella no se sentó a la mesa. Si el marido invita a amigos o colegas, la esposa nunca se sienta a la mesa con ellos o ellas. Los zapatos se dejan en la puerta. La casa está cubierta de alfombras tejidas a mano, como todas en Turkmenistán. Son de lana y rojas. No hay ningún rincón de la casa sin alfombras. Nos ponen una mesa para comer y sillas. Tras la exquisita comida (shashlik, plov, verduras), y muchos toast de Vodka, nos dan una vuelta por la casa. Nada diferente de una casa occidental a excepción de la inexistencia de mesas, sillas y......esta sauna!!!

Mapa del mercado de Tolkuchka

Hadija

Una fiesta de mujeres. Nos han puesto una kafta tradicional, un poco de maquillaje, y un nombre marroquí…..en mi caso, Hadija. El grupo de mujeres de la foto tocaban percusión durante la cena. Verduras, pollo relleno de cabello de ángel y limón, y té. Al finalizar la cena, el grupo comienza a cantar y, poco a poco, se va haciendo un corro en el que invitar a bailar, con ritmos árabes, a todas las mujeres de la fiesta. No hay ojos masculinos así que se puede bailar sensualmente sin problemas. Una fiesta inolvidable que agradezo enormemente a Yasmine y Latifa!

Ifrane: La petita Suïssa del Marroc

L’avió ha començat el descens vers l’aeroport de Fes-Saiss i no s’identifica clarament el paisatge. En principi, pensem que es tracta de núvols, però és neu. La primera impressió del Marroc és blanca i ho serà per tot el viatge. Hem sobrevolat l’Atles, una serralada muntanyosa que travessa el país i destí final d’aquest viatge, on descobrirem la localitat d’Ifrane, coneguda com la “petita Suïssa”del Marroc.

A uns 60 kilòmetres de l’antiga Medina de Fes, capital religiosa del Marroc, i a 1.600 metres d’altitud, es troba la petita vil•la d’Ifrane, amagada per la neu. En aquesta localitat d’estil suís, i a pocs kilòmetres d’una de les estacions d’esquí més importants del Marroc, hi viuen uns 12.000 habitants. El turisme és uns dels motors econòmics de la vil•la. Durant l’estiu, Ifrane pot arribar a acollir fins a 60.000 habitants gràcies al seu clima de muntanya que contrasta amb els més de 45 graus que pateixen les ciutats més properes com Fes o Meknès. Les cases de la vil•la deixen entreveure la riquesa d’ésser segona residència i en cap cas respecten un estil àrab sinó un disseny que més sembla Europa Central que no pas el Nord d’Àfrica. El conjunt provoca la sensació d’estar en un lloc privilegiat del país, ordenat, cuidat i mimat. No es diria que és part del Marroc si no fos per la quantitat d’homes que fumen asseguts en les terrasses, amb neu i tot, i per les dones que oculten els cabells sota mocadors de colors foscos.

Ens dirigim a la institució educativa de més prestigi del país, la Universitat Al-Akhawayn, fundada pel Rei Hassan II l’any 1993. Joves de classe alta del país cursen els seus estudis en un campus que respecta el disseny de la vil•la i que recorda esquemes anglosaxons. Passejar pel campus nevat i observar els estudiants vestits al més pur estil europeu i acompanyats dels inseparables MP3, torna a provocar una sensació de contrast entre una imatge típica del Marroc i la realitat d’aquest indret del país.

El poble no disposa de cap restaurant i per tant ens conviden al “Faculty Club”, espai on el personal acadèmic de la Universitat organitza celebracions. Es tracta d’una casa d’estil suís, bigues de fusta, catifes berbers, sofàs que envolten tota l’habitació central, llar de foc i quadres amb imatges del desert. Ens conviden a seure i ens expliquen que soparem cinc plats, tants com estovalles hi ha a la taula. La llar de foc s’agraeix. La temperatura exterior és de menys 5 graus i el primer plat ens ajuda a entrar en calor: la Harira. És la sopa tradicional del Marroc i es fa amb carn, verdures, arròs i un conjunt d’espècies que la fan molt aromàtica i amb nutrients molt necessaris en època de Ramadà. El segon plat té arrels andaluses, s’anomena Pastela, i és una pastís farcit de pollastre, verdures, ametlles, ceba, canyella i sucre. El component dolç dins d’un plat principal evoca una sensació d’exòtic i fa degustar el menjar amb més calma. La tercera sorpresa de la nit és el Couscous Royale, amb pollastre, mel, ceba i cigrons. En aquest punt del sopar, el Couscous confirma la delicada gastronomia marroquina que combina amb elegància productes de baix cost i tradició popular. Com a darrer plat dels considerats emblemàtics i absolutament mediterrani, ens ofereixen la Tajine, un estofat exquisit de vedella, llimona, olives, i espècies com el coriandre, el comí i el safrà. Per últim, una selecció de dolços i un te a la menta que ens ajudarà a afrontar la temperatura exterior.

És la gastronomia el fil de connexió cultural i social d’un país. Amb neu, fred, i un entorn que no acompanya a la fotografia clàssica d’un paisatge del Marroc, és en l’àpat on trobem les arrels mediterrànies que esperàvem. Ifrane ens permet comprovar la riquesa de contrast que podem descobrir en aquest país veí.

Mercado de Tolkuchka

Tolkuchka nos traslada al pasado...

Llegar al mercado desde Ashgabat es una odisea de coches, pero no más de 15 minutos. Los fines de semana las familias van a Tolkuchka a comprar para la semana, ya que hasta hace bien poco en Ashgabat había pocas tiendas. 

Hay varios accesos al mercado pero todo el mundo entra por la avenida de las ensaladeras, mujeres que venden ensaladas preparadas (estilo "ruso", allí llamadas "olivier"). Se combinan, en esta avenida, las ensaladeras y las panaderas, que aportan panes gigantes, redondos y que duran en perfecto estado una semana. El pan es símbolo de riqueza y siempre que se va a casa de alguien o se viaja a casa de algún amigo se lleva un pan para entregar.

Al final de la avenida, una puerta. Es el punto de encuentro de quien se pierde... Entrar es perderse en una infinitud de colores: los colores de las lanas, de la seda, de las alfombras, de los tintes, que contrastan con el tejido de pelo de camello que tanto usan en Turkmenistan. 

El mercado se divide en varias zonas: productos típicos, ropa, coches, animales, comida. Iré creando entradas para cada uno de ellos para que veáis fotos y curiosidades.

Ashgabat o Aşgabat

Es una ciudad espaciosa y renovada. 

En octubre de 1948 sufrió un terremoto de 7,3 en la escala de Richter en el que murieron 2/3 de la población (unas 170.00 personas). Actualmente viven en ella unos 900.000 habitantes.

La ciudad está asentada en la ladera de las montañas Kopet Dagh, donde comienza el desierto de Karakum. Son montañas áridas, no muy altas y con unas ondulaciones que parecen abrazar el desierto. Limitan en pocos kilómetros con Irán.

El pasado y el presente

Este vídeo promocional muestra paisajes del pasado, gentes, tradiciones y la proyección de futuro del país, para que os vayáis haciendo a una idea.

Presentación

Turkmenistán o Turkmenia es un país de la vecina Asia Central conocido ancestralmente por formar parte de la ruta de la seda y ex república soviética hasta 1991. Su superficie es grande (488.100km2) y está en gran parte dominada por el desierto de Karakum (el 10º desierto más grande del mundo). 

El país limita con Kazajistán, al noroeste, Uzbekistán, al noreste, al oeste con el Mar Caspio, al sudoeste con Irán y al sudeste con Afganistan. Podéis hacer click sobre "mapa" para quien no sitúe el país.

En este blog simplemente quiero recopilar mis numerosos viajes a Turkmenistán, mis visiones de un país, de una cultura y unas gentes.

Mapa de Tokyo

Aprovechando el curso de Viajes 2.0, me he atrevido a hacer este mapa de Tokyo con indicaciones.

Si hacéis click en mapa os llevará directamente a él!

Sayonara!