Llegamos a los impresionantes campos geotérmicos. Son charcos con agua sulfurosa que hierve y provoca una mezcla de colores y olores extraña. De vuelta a Reykjavik hemos encontrado unos campos de secado de pescado que impresionan entre tanta tierra desolada.
martes, 24 de agosto de 2010
Grindavik y Krusavik
Llegamos a los impresionantes campos geotérmicos. Son charcos con agua sulfurosa que hierve y provoca una mezcla de colores y olores extraña. De vuelta a Reykjavik hemos encontrado unos campos de secado de pescado que impresionan entre tanta tierra desolada.
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