La mejor parada que se puede hacer de camino a Italia está en la petite ville de Mougins.
Pueblo de montaña, asentado en lo que queda en el recinto amurallado del Siglo XV y su puerta árabe (la porte Sarrazine). Aquí han vivido famosos como Ives Saint Laurent y Picasso, quien pasó los últimos días de su vida en una casa en frente de la Chapelle de Nôtre-Dame-de-Vie.
Restaurantes: Moulin de Mougins, de Roger Berger, que también tiene una exposición y tienda de utensilios de cocina abierta hasta media noche. Le petit Bistro es encantador y el hotel Les Muscardins, aunque un poco caro, merece una noche. Un Baileys en el Glacier cuesta 8,95 y un café 3,50.
El Museo de la Fotografia merece una visita con calma. Con fotografías permanentes de Doisneau, Villiers y Lartigue
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